19 may 2013

ALTER SUMMIT: UN MANIFIESTO DE LOS PUEBLOS


UN MANIFIESTO DE LOS PUEBLOS
LAS PRIORIDADES MÁS IMPORTANTES PARA DESARROLLAR UNA EUROPA DEMOCRÁTICA, SOCIAL, ECOLÓGICA Y FEMINISTA.
¡PONGAMOS FIN A LA AUSTERIDAD Y EXIJAMOS UNA DEMOCRACIA REAL!
Europa está al borde del precipicio y mirando hacia el abismo. Las políticas de austeridad llevan a los pueblos de Europa a la pobreza, recortan la democracia y desmantelan las políticas sociales. Las crecientes desigualdades amenazan la cohesión social. La destrucción ecológica continúa mientras crisis humanitarias agudas devastan a los países más afectados. Las mujeres y los jóvenes son los más golpeados por la crisis.
La oligarquía Europea emplea cada vez métodos más autoritarios para sacar adelante un sistema neoliberal fallido, a pesar de la extensión de las protestas y resistencia. La democracia y la paz se ven amenazadas; la discriminación, basada en la religión, el racismo, la homofobia o el sexismo y el nacionalismo, está creciendo mientras la crisis se profundiza día a día. La misma existencia de la Unión Europea está ahora en riesgo mientras las políticas actuales debilitan todavía más la solidaridad entre los pueblos de Europa.
Nuestro objetivo prioritario es construir una Europa basada en la igualdad, la solidaridad y una auténtica democracia. Las instituciones y gobiernos europeos sirven a los intereses de los mercados financieros sin ningún respeto por la soberanía popular. Es tan importante que las instituciones y gobiernos sean puestos bajo control democrático, como que el interés público prevalezca y las necesidades sociales y ecológicas sean cumplidas. Basamos las demandas para lograr una Europa democrática, social, ecológica y feminista en estos principios y en la solidaridad con los pueblos del mundo.

I. ¡ACABEMOS CON LA ESCLAVITUD DE LA DEUDA!
La deuda pública tiene sus raíces en elecciones políticas y económicas que están en la agenda de las instituciones y gobiernos europeos. Décadas de políticas de impuestos regresivas han dado lugar al enriquecimiento vergonzoso de una minoría, mientras hemos visto cómo descendían los ingresos públicos y cómo entidades públicas, con dinero público, han rescatado a bancos fallidos.
Las políticas de austeridad han empobrecido a las familias y reducido los ingresos de los pequeños negocios y empresas haciendo la recesión todavía peor; se abrió la veda a la especulación con bonos del Estado por parte de los bancos privados mientras las finanzas públicas se han teñido de corrupción por la alianza entre políticos e intereses económicos privados.
Más aún, en muchos países, la deuda privada, que no pública, ha sido promovida agresivamente por el sector financiero y los gobiernos como medio de compensar el estancamiento de los sueldos reales mientras los precios seguían creciendo.
Las medidas que han tomado las instituciones y gobiernos europeos están diseñadas para hacer pagar al pueblo la deuda. Sin embargo, en gran medida, esta deuda puede ser considerada ilegítima ya que fue amasada sin ningún miramiento por el bien común. Ahora está incluso claro que muchos países ni si quiera la podrán reembolsar.
Los derechos humanos deben tener prioridad frente al cumplimiento de la deuda, y las necesidades humanas frente a los beneficios.Pedimos con urgencia medidas aplicadas a toda la UE que liberen a los pueblos de la presión de los mercados financieros y las políticas de austeridad. Las políticas fiscales y monetarias deben cambiar para que los países europeos se hallen libres de la trampa de la deuda.
Demandas comunes y urgentes:
1. Cancelar inmediatamente el “memorándum” impuesto por la troika sobre los países sobre-endeudados; después cancelar una gran parte de la deuda pública sin dañar a los ahorradores y los intereses de los pequeños inversores y los fondos de pensiones públicas. Los bancos y el sector financiero deben hacerse cargo de la parte de pérdidas que les corresponden. Además, la cantidad que se cancele debe ser delimitada democráticamente, país por país. Para este objetivo, las auditorías ciudadanas de la deuda pueden ser una buena herramienta.
2. Suspender los pagos hasta que las poblaciones estén protegidas contra la pobreza y el desempleo y hasta que el desarrollo económico y la transición ecológica estén aseguradas, los servicios públicos reforzados y los derechos económicos y sociales consolidados.
3. Se debe llevar a cabo inmediatamente una recaudación fiscal extraordinaria que eleve los impuestos a los más pudientes.
4. El Banco Central Europeo (y otras instituciones bancarias públicas europeas) debe prestar dinero directamente a los Estados y a intereses bajos, bajo control democrático y sin condiciones impuestas por programas de reformas estructurales neoliberales.


II. POR UNA EUROPA SOCIAL Y VERDE: ¡ACABEMOS CON LA AUSTERIDAD!
En toda Europa, y especialmente en el sur y el este, los gobiernos e instituciones europeas imponen medidas duras de austeridad, supuestamente para reducir la deuda. Poblaciones enteras están sobrecargadas, el gasto público se recorta dramáticamente en muchas áreas esenciales, así como las inversiones importantes en investigación o actividades industriales que podrían llevarnos a una transición social y ecológica y, sin embargo, dichas actividades son relegadas.
Las políticas de austeridad impuestas por las instituciones y los gobiernos crean una espiral que destruye economías, crea mayores déficits, deudas y desempleo mientras se intensifica la crisis ecológica. Mientras tanto, una minoría, continúa enriqueciéndose.
Hoy en día más de la mitad de la riqueza de Europa está en manos de sólo un 10% de la población. Las políticas actuales están de hecho diseñadas para mantener estas desigualdades pero a su vez, el modelo neoliberal continúa devastando el planeta y deteriorando los derechos sociales y democráticos.
Exigimos un cambio absoluto de políticas, y otro modelo de sociedad que asegure la justicia social, la igualdad, una justa distribución de la riqueza, la sostenibilidad ecológica y la protección de los bienes comunes sociales y naturales.
Demandas comunes y urgentes:
1. Fin de la austeridad ya: está llevando a Europa a una profunda recesión. Cancelar o vetar los tratados y regulaciones que imponen la austeridad: el Pacto Fiscal, the Six Pack, the Two-Pack, etc. y el Pacto para la Competitividad que se está negociando ahora. La política fiscal debería ser de elección democrática.
2. Justicia Fiscal con un sistema de impuestos progresivo y permanente que aplique tasas justas a la riqueza, los beneficios corporativos y las transacciones financieras; los impuestos sobre el consumo deberían ser congelados (IVA), y los impuestos sobre productos básicos deberían ser reducidos, los paraísos fiscales eliminados, así como las administraciones tributarias deberían ser reforzadas en su lucha contra el fraude y la evasión.
3. Desarrollo de programas públicos de inversión en toda Europa, y bajo control social, para impulsar una transición ecológica y social basada en unas políticas industriales y de agricultura enfocadas a enderezar la crisis ecológica, así como a la necesidad de crear millones de puestos de trabajo de calidad. Esta transición debería sustentarse en actividades ecológicamente sostenibles y socialmente útiles enfocadas al interés público. Tales programas deberían promover actividades sociales útiles y ecológicamente sostenibles (transición energética, transporte público, soberanía alimentaria, tecnología digital,…). Esto requerirá recortes en el gasto militar y los gastos que son dañinos social y medioambientalmente. Los presupuestos de la UE y los presupuestos nacionales deberían avanzar en esta dirección.
4. Reforzar y desarrollar los bienes comunes sociales y ecológicos, redefinir y desarrollar los servicios públicos (incluyendo la salud, la educación, la alimentación de los niños, el transporte, el agua, la energía, la información y la cultura, la vivienda pública,…). Paremos toda privatización de estos servicios, que a su vez, deberían ser poseídos pública o cooperativamente y dirigidos democráticamente.

III. DERECHOS PARA TODOS: ¡NO A LA POBREZA, NO AL TRABAJO PRECARIO!
Las políticas de austeridad atacan nuestros derechos económicos y sociales y nuestra protección social. Llevan a una caída en el nivel de vida, y en algunos países, a una aguda angustia humanitaria. Las consecuencias son desempleo masivo, degradación de las condiciones de trabajo y de vida, que a su vez han desembocado en aumento inaceptable de la pobreza, hoy en día, 120 millones de personas en la UE son pobres.
En el contexto presente de la crisis estas políticas van incluso más allá. Están atacando los derechos laborales y el papel de los sindicatos, incluyendo la capacidad para organizarse y los convenios colectivos. Impulsan la competitividad para dividir al pueblo, incrementar los beneficios, atacar la protección social, y tienen como objetivo, mercantilizar todos los aspectos de la naturaleza. Los acuerdos de libre mercado también fomentan el dumping social, ecológico y fiscal.
Entre las personas que viven precariamente, tales como los trabajadores o desempleados, los discapacitados y muchos pensionistas, son los más golpeados. Entre ellos, las mujeres, los jóvenes y los inmigrantes están en la primera línea. Las mujeres son particularmente atacadas en sus derechos laborales y están obligadas a compensar con su trabajo no remunerado la demolición de los servicios públicos. Los derechos básicos de los emigrantes son denegados y una generación entera de jóvenes europeos está sujeta a un declive social sin precedentes y un futuro sin trabajo.
Exigimos que toda persona tenga derecho a disfrutar de derechos sociales, democráticos, económicos y medioambientales, y por supuesto, a un trabajo decente y un sueldo que le permita una vida digna.
Demandas comunes y urgentes:
1. Restaurar la libertad a organizarse y la negociación colectiva; así como proteger o restaurar los convenios colectivos y los derechos laborales previamente extinguidos por los paquetes de medidas de austeridad. Garantizar la democracia en el lugar de trabajo como un derecho fundamental del trabajador. Las normas de la Organización Internacional del Trabajo y el Capítulo Social Europeo deben ser aplicados a todos los trabajadores y emigrantes. Debemos poner un punto final a la precariedad.
2. Acabar con la competencia desleal social y laboral en Europa y en el mundo, construyendo una base común colectiva que garantice y asegure un alto nivel en los sistemas de seguridad social y derechos económicos, incluyendo a aquellos obtenidos a través de acuerdos internacionales.
3. Incrementar los sueldos, establecer un salario mínimo suficiente por ley o vinculante por convenios colectivos en cada país y unos ingresos mínimos suficientes para una vida digna. Reducir las horas de trabajo sin reducir los sueldos y asegurar una división justa de trabajo de los cuidados no remunerado; promover el empleo de calidad y sostenible para todos con unas condiciones de trabajo dignas. Reducir radicalmente las diferencias salariales en la misma compañía.
4. Proteger la seguridad de ocupación de las familias endeudadas y en general, el derecho de las personas a una vivienda decente. Asegurar el acceso efectivo a los servicios de salud y prevención de calidad.
5. Imponer la igualdad salarial de los géneros, la igualdad en pensiones y de oportunidades laborales entre mujeres y hombres. Prohibir la discriminación en el trabajo basada en el género, el origen étnico, la nacionalidad u orientación sexual. Oponerse con fuerza a la violencia de género.
6. Reforzar el protagonismo social y político de los inmigrantes. Oponerse a las políticas de criminalización de inmigrantes y refugiados. Asegurar los mismos derechos para inmigrantes y garantizar el asilo, cerrar los centros de detención, cerrar la agencia FRONTEX y terminar sus operaciones en las fronteras de la UE.

IV. POR LA DEMOCRACIA ECONÓMICA: PONGAMOS A LOS BANCOS AL SERVICIO DE LOS CIUDADANOS. 
El colapso del sistema bancario en 2008 no es un accidente sino el resultado de un sistema organizado para beneficiar a accionistas y especuladores a costa de la economía real y contra el interés público. En las últimas décadas, los gobiernos han autorizado y apoyado este sistema consintiendo a cada demanda de la industria financiera. Muchas instituciones públicas o cooperativas que anteriormente se habían dedicado a financiar actividades regionales útiles fueron privatizadas. Mientras tanto, la ausencia de regulación permitió a las organizaciones criminales del mundo blanquear su dinero e invertirlo libremente donde fuera más conveniente.
La respuesta de los gobiernos a la crisis fue la de inyectar cientos de billones de euros para rescatar a los bancos a expensas de los contribuyentes y proveer al sistema financiero de garantías incondicionales que todavía los fortalecen más.
Para que los bancos y la industria financiera sirvan al interés público, la sociedad y el medioambiente, desde ahora en adelante, es necesario acabar con el poder desproporcionado de las instituciones financieras a través de una estricta regulación y el control democrático de los bancos.
Demandas comunes y urgentes:
1. Revisar las extensas garantías que se les han concedido a las finanzas privadas y ejercer el control público en el caso de bancos fallidos para evitar impactos negativos sobre la actividad económica. Los accionistas y acreedores deben responsabilizarse de su parte de las pérdidas. Los bancos rescatados deberían socializarse.
2. Imponer fuertes regulaciones a los bancos y otras instituciones financieras. Reforzar la completa separación de bancos comerciales y bancos inversores. Prohibir el uso de paraísos fiscales y actividades sobre las que los bancos no tienen responsabilidad legal (off-balance- sheet activities). Abolir las normas de secreto bancario. Aprobar impuestos sobre las transacciones financieras y restaurar el control sobre los flujos de capitales. No dejemos que los bancos sean “demasiado grandes para caer”.
3. Reforzar la supervisión democrática de los bancos e instituciones financieras. Orientar el crédito hacia las actividades que creen empleo que ayude a fomentar el desarrollo social y ecológico. Dar prioridad e incentivos a los sistemas de crédito público y cooperativo poseídos pública o colectivamente.



¡RESISTAMOS POR LA DEMOCRACIA!

Los últimos acontecimientos acaecidos en Europa representan una negación frontal de la democracia. No sólo el debate democrático se ha silenciado, sino que se ha incrementado la represión de los movimientos sociales y se promueve la división entre los pueblos y los países. La consecuencia más predecible es el resurgimiento de la extrema derecha o de los movimientos fascistas así como el resentimiento popular dirigido contra los inmigrantes, los pobres, las minorías, los extranjeros y otros pueblos de Europa. La mejor manera de derrotar estos movimientos es deshacerse de la austeridad.
Hay alternativas: nuestra responsabilidad es cambiar el equilibrio de poder y construir una auténtica democracia política, social y económica en Europa.
Porque rechazamos ser gobernados por una oligarquía europea “auto-elegida”,
Porque rechazamos la explotación del pueblo y la naturaleza en Europa y en el resto del mundo,
Porque nos negamos a la contribución de la Unión Europea al conflicto y la militarización,
Porque queremos el final de la explotación y la opresión de las mujeres y ver terminado el patriarcado,
Porque queremos una democracia real, auténtica participación y soberanía popular,
Porque queremos una sociedad que de prioridad a las necesidades sociales y ecológicas,
¡Estamos construyendo un movimiento unido por la democracia, una Europa social, ecológica y feminista!
Estamos apoyando y reforzando las luchas nuestras y vuestras,
Nos comprometemos a unir fuerzas y luchar juntos para hacer nuestras demandas una realidad a través de acciones nacionales y europeas.
La Alter Summit el 7 y el 8 de Junio de 2013, en Atenas, dará un paso decisivo hacia adelante en esa dirección.
Documento consensuado por todas las organizaciones de la ALTERSUMMIT en mayo de 2013.