30 mar 2013

PAGAR LA DEUDA EXTERNA ESPAÑOLA ES IMPOSIBLE


BASTA YA DE CUENTOS: PAGAR LA DEUDA EXTERNA ESPAÑOLA ES IMPOSIBLE



En diciembre de 2012 (últimos datospublicados por el Banco de España), la deuda externa bruta de España hasuperado 1,75 billones de euros situándose en similares niveles que en2011.  Más del 38% de la misma es a cortoplazo.
Si analizamos la posición de inversión internacional(deuda externa neta) que resta a la deuda externa bruta el valor de los activosque España tiene en el exterior, apreciamos una ligerísima disminución conrespecto a diciembre de 2011 situándose en 976 mil millones de euros.



Lapropaganda oficial podrá decir lo que quiera pero a nadie se le escapa quetenemos un grave problema de sobreendeudamiento y que la deuda externa essolamente una parte del mismo. Los datos muestran con claridad que su inserciónperiférica en la Unión Europea provoca a laeconomía española una absoluta dependencia financiera externa que ha llevado alpaís a un punto muy cercano al colapso. Hayque destacar que lo insostenible de la situación no es que el crecimiento hayasido basado en el ahorro externo sino que la riqueza medida en  términos de Producto Interior Bruto hayacrecido mucho menos que la deuda externa. En2012 el PIB se había incrementado un 66% con respecto al del año 2000. Sinembargo, la deuda externa neta creció un 384% en el mismo período. Dicho deotra forma, el pretendido “milagro” de crecimiento de España basadofundamentalmente en la burbuja inmobiliaria, se ha financiado en un elevado porcentaje con ahorro externo y encantidad muy superior a la riqueza generada. Es un claro ejemplo de utilización improductiva de los recursos,extensible también a la deuda interna contraída. Cuando eso ocurre, independientementede la ilegitimidad de los compromisos contraídos, devolver lo prestado seconvierte en una absurda quimera.  
Aunquela información más habitualmente difundida responsabiliza a lasAdministraciones Públicas del sobreendeudamiento, los datos del Banco de Españamuestran claramente que son los agentesprivados, especialmente las entidades financieras, los que han generado eldesmesurado crecimiento de la deuda externa hasta el estallido de la crisis enel año 2007. Y son estos los que están en una situación de dependenciaabsoluta, solamente sostenida por la financiación de última instancia queproporciona el Banco Central Europeo.
La primera parte del rescate de España ya se haproducido. La operación ha consistido en el salvamento parcial de losacreedores privados por parte del Banco de España que se subroga en la deudaque las entidades financieras han contraído con el Banco Central Europeo hastaacumular el 20% de la deuda externa bruta total. Se ha completado con elpréstamo concedido por el Mecanismo Europeo de Estabilidad que ha sidodestinado a la recapitalización de las entidades financieras nacionalizadas(BFA-Bankia, Novagalicia Banco, Cataluña Caixa y Banco de Valencia).  En definitiva, más del 50% de la deuda externabruta total es atribuible al sistema financiero y un análisis completo delmismo no parece mostrar condiciones que le permita hacer frente a la misma sinel apoyo del Estado.
Hastaahora no se han planteado más que acciones parciales que no abordan el problemadel sobreendeudamiento externo. Únicamente se ha procedido a modificar lacomposición de la deuda pero sin que se haya reducido el insostenible peso quela misma tiene sobre el Producto Interior Bruto (167% del PIB en el caso de ladeuda externa bruta y 93% en el caso de la neta). En la situación actual, esuna utopía plantear que el recorrido inverso al crecimiento de la deuda externarealizado durante la época de la burbuja inmobiliaria, se podrá realizar sincrecimiento económico y con la escasa capacidad de ahorro interno existente.
Será necesario abordar un profundo proceso dereestructuración de la deuda externa queprecisará, además del establecimiento de plazos más largos de devolución delprincipal, la realización de quitas, es decir reducción de la misma.
Retrasar el inevitable estallido no mejorará lasituación ni minorará el enorme quebranto. Así que, cuanto antes mejor.