24 may 2013

LA UNIÓN EUROPEA, MÁS ALLÁ DE UNA MONEDA


El camino es salir del sistema, no del euro


Alberto Arregui, Jordi Escuer y Carlos Sánchez Mato

La ComisiónEuropea ha exigido más “reformas” a cambio de ampliar en dos años el plazo paraacabar el ajuste fiscal. Ni siquiera el significado de las palabras sobrevive ala crisis, también en la guerra de clases la verdad es la primera víctima.“Austeridad” es el eufemismo con el que se refieren a más explotación para lostrabajadores, mientras los directivos de los bancos y grandes empresas sejubilan con pensiones millonarias. “Reformas” es el habitual para referirse anuevos recortes en los derechos laborales, las pensiones y el gasto social. El rechazo a estas medidas está alentandola búsqueda de alternativas, entre las que surgen propuestas como el abandonodel euro y la restauración de la peseta. ¿Es una alternativa positiva para lostrabajadores salir de la moneda única? ¿Cuál es la opción?
“No hayalternativa” al ajuste, nos insisten una y otra vez desde el Gobierno y desde la llamada Troika, eltriunvirato que forman la Comisión Europea, el Banco Central Europeo al que se incorpora elFondo Monetario internacional.
Pero sólo es la “alternativa” que les conviene aellos. Salvan los fondos de los grandes inversores financieros con ingentesayudas públicas de los Gobiernos y del Banco Central Europeo, mientras secondena a la miseria y a la explotación a millones de trabajadores y seintensifica el expolio de los recursos naturales. Europa tiene 26 millones depersonas en paro, un 10,7%, y 120 millones de europeos están en riesgo de caeren la pobreza, según la propia Comisión Europea.
Europa, como proyectocapitalista, y el euro, como expresión de este proyecto exigen hoy análisis yposicionamiento para la izquierda transformadora, pero si algo podemos afirmaraún sabiendo que la demostración tendrá que venir después, es que el problema de Europa va mucho más allá deuna moneda.
Launidad de los países y pueblos que componen Europa para la planificaciónconjunta de sus recursos económicos no es una opción ES UNA NECESIDAD. Portanto indicar el camino de la autarquía como opción es intentar hacer volveratrás la rueda de la historia.
¿De verdad,alguien nos pretende convencer, desde la izquierda, de que los tiempos deMariano Rubio representaban la soberanía económica? ¿De quién? En esto, como entantas otras cosas, la trinchera que separa los intereses materiales no esgeográfica, sino de clase
Tenemos que recordar nuestro propio pasado. En los años 80 del pasado siglo, el Bancode España tenía la capacidad de emitir moneda y el Gobierno podía decidirdevaluaciones de la misma, y eso no evitó que la “reconversión” arrasara la industria. Ni lasdevaluaciones competitivas ni los aranceles aduaneros impidieron que el parofuera crónico desde finales de los 70, ni que llegase a los 3,9 millones dedesocupados a principios de 1994, el 24’55% de la población activa. Laprecariedad laboral y los recortes en los derechos sociales empezaron muchoantes de la implantación del euro.

Si abandonamosel euro y se reinstaura la peseta, pero los bancos y las grandes empresaspermanecen en manos privadas, la “soberanía” la seguirán ejerciendo los mismos.

Este es el debate al que no podemos sustraernos. Nohay tiempo para distracciones en un momento de emergencia social como el quevivimos. Discutamos sobre las vías de salida de un sistema económico y socialagotado antes de que los que siempre han llevado el timón nos dirijan hacia elabismo.  

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